Reivindicando el Buentrato hacia uno mismo, en las relaciones personales y de pareja y con nuestro entorno
Desde hace tiempo muchas personas están esperanzadas en que en el mundo se produzcan cambios que nos mejoren la vida, y eso lo relacionan con que aprendamos a tratarnos mejor a nosotros mismos, tratar mejor a los demás y al mundo que nos rodea.
Las repercusiones de nuestras acciones en el medio ambiente, los insultos, las noticias falsas, la ira, el ataque, la coacción o la falta de respeto son presencias frecuentes en nuestras relaciones con los demás, lo mismo que la autoexigencia, la culpa o el autocastigo.
La aparición de la pandemia, nos ha situado en una nueva realidad, el miedo inicial nos unió, evidenció lo vulnerables que podemos ser, nos enseñó que el mundo puede cambiar en pocos días. Esta situación que podría darnos la posibilidad de cambio hacia un mundo más justo y equilibrado, a medida que pasan los días se empieza a desdibujar, las desigualdades, el sufrimiento, la crispación, el intentar que todo vuelva a ser igual al antes, se muestran presentes.
Las manifestaciones de intolerancia y maltrato emergen y resurgen
Lo mismo que la pandemia no conoce de fronteras, el maltrato en todas sus dimensiones tampoco. Y, es posible que incluso que nos podamos encontrar ante un aumento porque lo suele hacer cuando las situaciones se vuelven más estresantes y miedosas.
Por mi parte, he pensado en una manera que a lo mejor puede ayudar a seguir con cierta esperanza en ese cambio, es posiblemente muy sencilla y muy obvia, conseguir una palabra, una palabra que defina esa esperanza, “buentrato “. Existe buen trato, pero son dos palabras, sin embargo, existe la palabra maltrato. Le damos mucha más importancia lingüística al maltrato que al buen trato, y la tenemos mucho más presente. El lenguaje es fundamental para las personas, la existencia y el reconocimiento de una palabra permite describir su significado, otorgarle un contenido propio, que facilita aprenderla e interiorizarla. Las palabras determinan acciones y actuaciones.
La propuesta y el reto es promover la palabra “buentrato”, describirla,sensibilizarnos con su significado, incorporarla, empoderarla y erotizarla.
En general las personas no nos tratamos bien, el buen trato se favorece en un ambiente tranquilo, relajado y de bienestar, pero en la vida, no siempre estamos en estas situaciones, lo normal es que aparezcan, preocupaciones, conflictos, divergencias y entonces si no se tienen herramientas para gestionarlos algunas personas utilizan el maltrato, y paradójicamente existe tolerancia social e individual a este maltrato.
Socialmente toleramos el maltrato, unas expresiones más que otras: Los insultos públicos, la difusión de mentiras con el objetivo de hacer daño, la desigualdad… son formas de maltrato, lo transmitimos, estamos educando con este modelo, y este modelo se reproduce en el ámbito político, en el entretenimiento masivo, en la familia, entre iguales y en las relaciones de pareja.
Las situaciones difíciles si se comparten se alivian y hemos tenido muestras durante este periodo. Ser conscientes de ello, ayuda a su incorporación. Agradecimientos, cooperación, solidaridad, pero también cuidarnos cada uno, “no maltratarnos”
Mi aporte a la definición de buentrato
- Primero hacia nosotros mismos: cuidarnos, respetarnos, conectar con nuestros deseos, tener nuestro propio espacio, aprender a negociar, gestionar nuestras emociones, ser consciente de que la ira y el dolor se han de canalizar bien.
- Modelo educativo basado, en la comunicación emocional del respeto mutuo, de la amabilidad, de la empatía, del bien común.
- En el espacio público, no tolerar los insultos ni la mentira; el respeto no significa represión, significa libertad.
- Con respecto a las relaciones de pareja, es fundamental erotizar el buentrato, y el buen trato no está reñido con la diversión, la complicidad o el deseo.
- Reconocer la indivisibilidad humana con su entorno y el necesario cuidado y respeto hacia él.
Acabo con una sugerencia: la de empezar a utilizar la palabra buentrato, si la empezamos a utilizar será más fácil definirla e incorporarla.