Abordaje de la sexualidad de los pacientes HIV
El 1 de diciembre se conmemoró el Día Mundial del Sida. Se habla mucho de enfermedad, pero no lo suficiente sobre el abordaje de la sexualidad de estos pacientes por parte de los profesionales.
Nunca antes en la corta historia de la epidemia, y gracias a los avances farmacológicos que hemos tenido, estamos con la capacidad de controlar la enfermedad, llevándonos a entenderla; ya no como una enfermedad mortal a corto plazo, sino como una enfermedad crónica en la que juega un papel fundamental el inicio de la terapia antiretroviral tan pronto se hace el diagnóstico de la enfermedad.
Esto es quizás lo que nos enfrenta a dos de los más grandes mitos que podemos tener al hablar de la sexualidad de estos pacientes. Por un lado, y a pesar de los avances socioculturales de la humanidad, la sexualidad sigue siendo un tema reservado sobre el cual un gran número de personas no es capaz de hablar ni de afrontar. Lo que perpetua falsas creencias, conceptos erróneos y mitificación de prejuicios. Además, el VIH, se trasmite principalmente por las relaciones sexuales, con lo que se empiezan a generar una serie de dudas con un gran impacto, no sólo para quien presenta la enfermedad, sino para sus parejas y para quienes rodean a estas personas que tienen que enfrentar complejos y dilemas en el contexto de las relaciones afecto-sexuales.
La sexualidad de las personas, sea cual sea su estado vital, es de carácter prioritario para su bienestar. Por esto quienes estamos involucrados en la atención de los paciente con VIH/SIDA debemos tomar un papel activo frente a su sexualidad, no sólo por el control de la trasmisión de la enfermedad, sino por generar una mejor calidad de vida de estos pacientes en donde entendemos que un pilar fundamental de la misma es la sexualidad, que bien manejada puede generar una mejora para el paciente y su familia en la autoestima, adherencia al tratamiento, en la disminución de los problemas emocionales, la ansiedad y la depresión entre otros.
La educación, orientación y tratamiento de estos pacientes no puede limitarse sólo a brindar información sobre la utilización del preservativo, que si bien es cierto es el punto de partida hay que mostrarles que no se está perdiendo por utilizarlo, por el contrario están ganando no solo ellos sino sus parejas; una herramienta válida es hacerles ver y vivir la utilización del mismo como un elemento excitante y erótico mas no como barrera y obstáculo. Superado esto es importante empezar a trabajar sobre un redescubrimiento de la sexualidad, al que llamamos desgenitalización del acto sexual que no es más que hacerles vivir la sexualidad de una manera más rica utilizando los cinco sentidos y haciéndoles conscientes que el modelo actual de relaciones sexuales (genital, coito céntrico, y la meta es el orgasmo) solamente genera limitaciones ante el gran panorama de recursos que puede brindar la sexualidad desde esta nueva propuesta.
La desgenitalización del acto sexual involucra: en primer lugar la desaceleración erótica, segundo involucrar cada uno de los cinco sentidos, tercero el no ponerse el orgasmo como meta y por el contrario disfrutar del recorrido mientras se llega al mismo; cuarto enriquecer la vida erótica mediante la exploración e innovación, para ellos una opción es lo lúdico que pueden ofrecernos los juguetes sexuales y quinto hay que aconsejar el invertir tiempo y calidad en la relación de pareja, para aclarar dudas, resolver las inquietudes que puedan surgir y comunicar gustos y apetencias.