Sexualidad hoy: ¿Ciencia, consumo, salud, placer? Con este título comencé mi exposición en las Jornadas Zeitgeist, celebradas recientemente en Barcelona.
Lo cierto es que no conocía nada de ellas hasta que me invitaron a participar, y decidí hacerlo por dos motivos: el primero motivo fué que el programa me pareció muy interesante en cuanto a temática y a la calidad de los ponentes invitados, bastante inusual por cierto, temáticas y profesionales que aparentemente no tenían nada en común: periodismo, energías renovables, moda, economía, sexualidad, política…pero que después de escucharlas quedé convencida de que estábamos hablando “el mismo idioma”, y el segundo motivo fué porque me pedían mi opinión, querían oír lo que yo pensaba, y eso tampoco es demasiado habitual.
Pues bien, en este post expondré algunas de las ideas y opiniones que allí expuse.
Empecé mi exposición con una serie de reflexiones y preguntas que yo me hago respecto a la sexualidad actual:
- Parece que todo ha cambiado, que las cosas no son como “antes”.
- Han desaparecido mitos sexuales y han aparecido nuevos.
- La pareja tradicional ya no es la única. Aparecen nuevos modelos.
- ¿La sexualidad ha dejado de ser un misterio ?.
- ¿Somos más felices?.
El argumentario con el objetivo de hacer reflexionar a los asistentes, lo basé en algunos elementos relativos a la sexualidad humana que para mí son esenciales.
- Entender la sexualidad como un rompecabezas evolutivo dónde el instinto es importante, pero lo son más las emociones y los sentimientos.
- Las tres funciones básicas de la sexualidad: obtención de placer, reproducción y comunicación e intercambio de placer con otras personas.
- La globalidad de factores que integran la sexualidad humana y su vivencia: factores neuroendocrinos, cultura y sociedad, la historia biográfica del individuo, y su vivencia determinada por su psique, cuerpo y emociones.
- Algunas características de la sociedad actual más reconocidas: Más permisiva, más tolerante, cambios en los roles sexuales y de género. Las mujeres el motor de cambio sexual y social. Y otras, más cuestionadas: sexualidad líquida, acrobática, medicalización del sexo… nuevos modelos de pareja y nuevos modelos de relacionarnos: poliamor, swingers, parejas abiertas, Living Apart Together, otakus, follamigos, cibersexo, robots sustitutos…
Todo ello para verbalizar y poder compartir y discutir mis reflexiones y opiniones:
- Que los hombre ya casi no son de “marte” ni las mujeres de “venus” porque los roles están cambiando.
- Que el sexo binario está en vías de extinción porque hay muchas formas de ser hombre, mujer y muchas, de otras identidades.
- Que la predominancia patriarcal, la heteronormalidad y la heterosexualidad no tienen futuro, aunque todavía tengan un largo presente. Entre otras cosas porque se está desligando el sexo de la reproducción y ésta de la maternidad y de la paternidad.
- Que la frecuencia de relaciones sexuales està disminuyendo, e incluso se especula con su desaparición. Quizás porque el sexo ha pasado de ser cotidiano a extraordinario y la magia de la monotonia a ser demonizada, o quizás, porque hemos pasado de la represión a una sobresaturación.
Entonces,
¿Qué queremos respecto al sexo?
¿Placer? ¿Reproducción? ¿Comunicación interpersonal?
¿Qué queremos en la interacción amorosa con otras personas?
Es posible que lo que nos siga motivando sea la conquista, la sorpresa, la incertidumbre, las emociones, los sentidos, la comunicación verbal y no verbal, el intercambio de sentidos, olores, tacto, mirada… Lo cierto es que intentamos o deseamos tener más tiempo para interaccionar, y sabemos o intuimos que hemos de desarrollar nuestra sensorialidad y nuestras emociones y no solamente nuestra cognición.
Estamos en una sociedad muy controladora. El sexo sigue siendo un elemento de control social, por ello es necesario ponerle nombre a todo, etiquetarlo y visibilizarlo, “lo que se muestra se controla, lo que no se visibiliza no”.
Es evidente que hemos avanzado en respeto y derechos sexuales, pero la sociedad actual es como un agujero negro, engulle todo muy rápido, sin tiempo a interiorizarlo.
Las personas seguimos teniendo la necesidad de ser etiquetados, de pertenecer a un grupo, a una tribu, a un concepto. “Me cuesta identificarlo con la libertad personal”. Y todo ello posiblemente contribuya a agotarnos un poco, a que nos de pereza ponernos, y es probable que también a rebelarnos y a sublimar nuestro deseo.
Pienso firmemente que tenemos recorrido y nuevos caminos para seguir. Posiblemente necesitemos una nueva revolución, un cambio de paradigma.
La era cibernética no parece ser esa revolución. Una revolución cambia el mundo porque mejora la vida de la mayoría de las personas.
Podría ser que ese cambio venga de entender el ser integral que somos, favorecer su expresión y desarrollo global y su necesario equilibrio con la vida.
Dra. Francisca Molero