Ha sido necesario la aparición de un caso de un hombre con un posible trastorno de la excitación genital persistente, para que los medios de comunicación se hagan eco de él, y ¿cuando hay cientos de casos documentados en mujeres?
El trastorno de la excitación genital persistente femenino, es uno de los temas que se trataron en la mesa -taller ¿Es verdad que existen dos tipos de orgasmos? Y otras preguntas. Avances científicos ¿Que sabemos?, durante el Congreso de la Federación Española de Sociedades de Sexología.
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El objetivo de la intervención ha sido abordar esos temas que son bastante desconocidos, o que generan controversia, por que la evidencia científica que existe es contrapuesta.
El trastorno de la excitación genital persistente ha salido a colación en los medios de comunciación hace poco más de un mes, debido a un caso de un hombre norteamericano, que tras sufrir un accidente, experimentaba un gran número de orgasmos espontáneos durante el día y cuya vivencia le incomodaba y molestaba ya que no eran orgasmos buscados ni deseados.
Este es el primer caso masculino que yo conozco, pero seguramente habrá muchos más aunque no estén documentados. Casos de mujeres hace ya años que empiezan a aparecer en la literatura científica, los primeros en 2006, cuando la Royal Society of Medicine publicó un artículo sobre el Síndrome de la excitación sexual persistente (PSAS).
En 2006 Leiblum hizo una revisión del tema y de los testimonios de cientos de mujeres que contestaron a una encuesta sobre el PSAS, y planteó el problema como un Desorden o Trastorno de la Excitación Genital Persistente (TEGP), argumentando que el problema no se conceptualiza como un problema sexual sino como un problema incesante de sensaciones genitales.
Desde entonces cada vez se reconocen más casos, aunque sigue siendo una incógnita su prevalencia.
De forma bastante escueta voy a abordar algunas de las preguntas que nos podemos formular ante este trastorno:
- ¿Que sabemos del trastorno de la Excitación genital persistente?
Se define como una sensación persistente de excitación genital que normalmente aparece sin un estimulo sexual previo, la mujer la considera intrusiva , no deseada, y no suele remitir con la consecución de los orgasmos . A la mujer esta situación le produce ansiedad y malestar importante, y acaba interfiriendo negativamente en su calidad de vida.
Más recientemente se ha identificado otra característica de la enfermedad que es la aparición de orgasmos espontáneos e intensos, que la mayoría de las mujeres consideran incómodos, inquietantes y fuente de distracción.
- ¿Qué fundamentos científicos pueden ofrecernos una explicación?
Las últimas investigaciones (C. Vidal) indican que las mujeres responden a una gama mucho más amplia de estímulos sexuales de lo que se pensaba, y que las mujeres pueden experimentar sensaciones genitales de excitación sin tener sensación subjetiva de excitación sexual . Parece ser que la a respuesta de excitación sexual femenina es más sensible a las señales de actividad sexual que la masculina (Chivers, Baley)
Esta disociación entre la respuesta de excitación genital y la sensación subjetiva de excitación sexual no siempre va asociada con problema o malestar, en algunos casos es percibido como normal y agradable. (Leiblum, Seehuus&Brown)
- ¿Que causas pueden estar implicadas?
Se habla de múltiples causas, pero seguimos desconociendo la influencia que puedan tener:
Factores neurológicos centrales (post lesión cerebral, focos epilépticos…), periféricos (afectación nervios pélvicos: hipersensibilidad o compresión…);Factores vasculares (congestión pélvica…);Factores hormonales;Presión mecánica contra las estructuras genitales;Cambios inducidos por fármacos; Factores psíquicos ( estrés), Los quistes perineurales de Tarlov a nivel sacro… y en la mayoría de los casos no se encuentra ninguna causa .
Si que sabemos que la excesiva vigilancia de las sensaciones, la sensación de falta de control, la vergüenza y la culpa, la ansiedad, tiene efectos psicológicos y fisiológicos incluido el aumento de la actividad del sistema nervioso simpático y la focalización del cognitivo, centrándose cada vez más en las señales de peligro y mantener e incluso intensificar la respuesta genital no deseada.
- Entonces, ¿cómo lo abordamos a nivel clínico?
La primera premisa es que no existe un tratamiento generalizado. Y la intervención ha de ser siempre individualizada, ofreciendo soporte y empatía a la paciente.
Recomendamos: Intervenciones de terapia sexual, psicoterapia cognitivo-conductual, fisioterapia , anestésicos locales y en ocasiones fármacos ármacos cómo el ácido valproico. La duloxetina o venlafaxina.
Realmente no tenemos mucha información de ésta patología, y además también crea controversia la diferente respuesta ante estímulos sexuales de hombres y mujeres en función del género y de la diversidad individual.
Muchas mujeres responden a las experiencias sexuales con una rápida respuesta de excitación sexual y placer, mientras que otras necesitan más tiempo, preámbulos y juegos previo, lo mismo ocurre con los hombres.
Por lo tanto las preguntas que se lanzaron a la audencia y que dejo aquí para que los lectores reflexionen y saquen sus propias conclusiones son:
- ¿ Las sensaciones genitales de excitación sexual sin estimulo sexual aparente son frecuentes?
- ¿Porqué algunas mujeres disfrutan de la experiencia y otras la sufren?
- ¿Ocurre los mismo en los hombres, las sufren o las disfrutan?
Hola, me llamo Isabel y tengo el síndrome desde hace cuatro años y estoy viviendo un calvario del que no encuentro solución alguna, estoy es muy doloroso y hace dos años q tuve un intento autolitico, psicológicamente es devastador. Se ha convertido en mi lucha diaria, me gustaría poder relacionarme con personas y especialistas q pudieran ayudarme, también poder ayudar, dando mi testimonio, uniéndome a la asociación, prestándome para investigar, lo q sea por llegar a poder tener un tratamiento eficaz porque de ello depende mi vida ahora mismo y la de muchas personas más
Gracias